Leonardo Arias Alemán
Ingeniero de Sistema - Actor de Voz
Conocí a Leo desde la época de universidad, si bien no éramos los grandes amigos coincidíamos en algunos espacios por conocidos en común, aunque estudiábamos carreras diferentes en ese entonces mi pequeña universidad permitía que todos los estudiantes, sin importar el departamento al cual pertenecieran, convergiéramos en la cafetería y compartiéramos buenos momentos. Casi no hablábamos directamente, lo escuchaba conversar en los grupos, pero no teníamos un diálogo personal. Debo decir que era un contraste sorpresivo su pinta de Clark ken samario con su humor agudo e impertinente, que no por ácido dejaba de ser brillante, o no ha dejado de ser porque Leonardo mantiene su humor intacto.
Hablamos más ahora viejos, después de un rencuentro que terminó en grupo de whatsApp donde conversábamos casi a diario todos los integrantes, al punto que parecía una convivencia comunal. En ese grupo, abro paréntesis, nos compartíamos fotos desde que estábamos cocinado hasta como pasábamos los domingos de ocio y acordábamos salidas comunes donde nos poníamos al día de nuestros avatares en la madurez.
La voz de Leonardo no pasa desapercibida, no lo he escuchado cantar, pero cuando Leonardo habla no se puede permanecer indiferente, no importa si lo que narra es una pilatuna o un hecho trascendental, produce un efecto hipnótico que te obliga a prestarle atención. Por eso cuando me decidí a grabar “Madrugada” rogaba porque Leonardo me dijera que si me ayudaría con mi proyecto y porque pudiera sacar el tiempo entre sus múltiples ocupaciones.
Leonardo es ingeniero de sistemas y aunque trabaja para el mismo centro de investigación hace más de 20 años, es también docente y además creó su propia empresa. Durante la pandemia tuvo la ardua labor de llevar las estadísticas para el departamento de los pacientes infectados, de cuales sobrevivían y cuáles no, así que recibía de primera mano, la triste información de quienes no ganaron la batalla contra el virus. Él mismo es un sobreviviente del COVID y ha sorteado con estoicismo las secuelas propias de haber sufrido esta enfermedad.
Leonardo es un mujeriego y lo es con total orgullo, comparte su amor entre tres mujeres: su esposa y sus dos cariñosas hijas, juntos conforman una linda familia, con perros celosos, de costumbres pretenciosas a las que ceden sin ningún reparo.
El día que grabamos en un estudio el cuento madrugada después de muchos intentos de reunirnos, comprendí que Leonardo no sólo tiene una hermosa voz, también una creatividad desbordante y una capacidad actoral impresionante, improvisaba diálogos, imponía diferentes matices a la lectura, proponía otros escenarios , cambiaba de acentos, tonos , hasta que me tocó enfocarlo y decirle: “ habla como un ingeniero costeño,” esperando que usara su acento natural, pero él puso ese tono de telenovela de los ochenta, actuada por rolos pretendiendo ser costeños y bueno no puedo negar que el toque de Leonardo resultó pintoresco. El día de la presentación, lo cogí a mansalva y le hice un llamado improvisado al escenario. El buen Leo accedió con ganas de ahorcarme, pero yo sabía del potencial de mi gente y su participación estuvo impecable, tanto que, lo confieso, alguien se me acercó al final y me dijo: “lo que más me gustó del lanzamiento, fue como leyó el muchacho que llamaste al escenario”.
Pues Leo, muchas gracias por romper tus esquemas y seguirme con entusiasmo las locuras.